Durante su recorrido, tuvieron la oportunidad de conocer algunos de los espacios más representativos de la vida cultural y comercial de Chueca. Su primera parada fue el Mercado de San Antón, donde exploraron la oferta gastronómica local y se enamoraron de la combinación de sabores tradicionales y propuestas contemporáneas que el mercado ofrece, además de las opciones veganas. Entre tapas, vistas y ambiente, descubrieron por qué este espacio es un punto de encuentro imprescindible para visitantes y madrileños por igual.
La ruta continuó en Kalidoskopio, un referente del diseño, la artesanía y las piezas únicas que dan identidad al barrio. Allí pudieron conversar con su equipo, conocer historias detrás de los productos y conectar con el espíritu creativo que impulsa al comercio local de Chueca.
Después, llegó el momento de brindar. Y no hubo mejor lugar que 11 Nudos – Terraza Nordés, donde disfrutaron de la panorámica del barrio desde las alturas y de la hospitalidad que caracteriza al espacio. Con buena música, gastronomía ligera y un ambiente vibrante, la terraza se convirtió en uno de sus rincones favoritos del viaje.
La visita culminó con un paseo por las calles de Chueca, un recorrido que les permitió apreciar su dinamismo, sus locales cargados de personalidad y la diversidad que se respira en cada esquina. Para Gabi y Shanna, Chueca no fue solo un destino: fue una experiencia emocional, visual y cultural que se llevan de vuelta a Nueva York.
Desde Chueca Diversa, celebramos este tipo de encuentros que ayudan a proyectar al mundo lo que hace único a nuestro barrio: su gente, su comercio, su hospitalidad y su capacidad de enamorar a quienes lo visitan por primera vez.